En Chile aparentamos un gran acceso a comunicaciones.
Más teléfonos celulares que personas y el mejor acceso a Internet en América Latina. Como en todo no podemos quedarnos con lo macro y debemos mirar un poco mas de cerca:
Mas de 70% de las personas que usan telefonía celular pagan un en promedio 200 pesos el minuto y solo consumen 30 minutos al mes. Esto en contraste con el otro 30% que paga 20 pesos el minuto y de mas se comunica por mas de 400 minutos al mes.
En Internet la desigualdad de accesos es igual de notable. El uso de Internet en los hogares según nivel económico es liderado por el estrato C2, con 82,6%, seguido por el ABC1 (81,1%) y C3 con 66,9%, mientras que los sectores de menos recursos como D y E, sólo tienen 33,5% y 20,3%.
Esta claro ver que al igual que en la educación hay una gran brecha en el acceso a comunicaciones.
Más teléfonos celulares que personas y el mejor acceso a Internet en América Latina. Como en todo no podemos quedarnos con lo macro y debemos mirar un poco mas de cerca:
Mas de 70% de las personas que usan telefonía celular pagan un en promedio 200 pesos el minuto y solo consumen 30 minutos al mes. Esto en contraste con el otro 30% que paga 20 pesos el minuto y de mas se comunica por mas de 400 minutos al mes.
En Internet la desigualdad de accesos es igual de notable. El uso de Internet en los hogares según nivel económico es liderado por el estrato C2, con 82,6%, seguido por el ABC1 (81,1%) y C3 con 66,9%, mientras que los sectores de menos recursos como D y E, sólo tienen 33,5% y 20,3%.
Esta claro ver que al igual que en la educación hay una gran brecha en el acceso a comunicaciones.
Acceso a Internet se esta desarrollando bajo la asignación de frecuencias a los operadores privados sin pago alguno por el uso de este bien y también se les da recursos estatales para mejorar cobertura.
Dado a que este modelo no ha sido exitoso en satisfacer las necesidades de los chilenos mas vulnerables es hora de imaginar un nuevo actor en el servicio de comunicaciones tan vital para la educación.
Un actor situado entre la economía pública y la economía capitalista denominada economía social, dando espacio y luz a otras voces como tercer sector, tercer sector solidario, sector voluntario, sector no lucrativo, sector solidario, economía solidaria, iniciativa social y otras locuciones, que designan realidades muy próximas a lo que pide el país hoy..
Que es lo que debemos hacer todos para lograr este cambio:
1. Unir fuerzas vía las redes sociales, con ONGs y charlas con estudiantes movilizados, debemos ayudar a difundir esta nueva forma de mirar el acceso a las comunicaciones. Como primer meta unir 1500 miembros en Facebook.
2. Con este apoyo ciudadano alcanzado podemos reivindicar nuestro derechos a las frecuencias ante las autoridades que nos representan. Asegurarnos que las próximas asignaciones de las valiosas frecuencia para banda ancha móvil no se hagan en forma gratuita y que parte de estas sean asignadas a el tercer sector, Internet Solidario.
3. La construcción de esta nueva red se lograra con el capital recaudado por la asignación de frecuencia, capitales de todos los chilenos, CORFO y el Fondo de desarrollo de las Telecomunicaciones ya existente y que solo beneficia a los actores que no han resuelto el problema (mas de 100 millones de dólares de estos recursos se han asignado a compaias privadas vía el fondo de desarrollo de la telecomunicaciones
4. Usar para la construcción de Internet Solidario infraestructura existente como las torres de antenas que ahora solo benefician a las grandes empresas y no contribuyen al beneficio de la comunidad. De esta forma mitigar el mal necesario que estas infraestructuras crean a nuestra cuidad y paisaje rural.
5. Operar una red de telecomunicaciones auto sustentable entregando servicio pago alternativo sin discriminación de precios y gratuito a los que no pueden pagar.
Unirte a esta causa significa dar impulso a Internet Solidario, uniendo adherentes vía Facebook, manteniéndote informado haciendo este tema parte del despertar ciudadano, apoyando con ideas y convicción que los cambios son posibles y comienzan con uno.